Juntos por Granada se reúne con los vecinos del emblemático barrio del Boquerón, en pleno centro de Granada, para conocer de primera mano sus necesidades.
Se trata de una problemática específica que necesita soluciones urgentes: la suciedad, las pintadas vandálicas, la confluencia de más de una docena de centros sociales en apenas 500 metros, una iluminación poco adecuada, los árboles sin podar, la falta de fibra óptica a pesar de que las instalaciones están hechas, los diferentes pavimentos en cada tramo que tanto afean las calles, las personas con dificultades de movilidad no pueden caminar debido al exceso de señales en mitad de las aceras o al mobiliario urbano inadecuadamente colocado.
Los comercios que van quedando y los vecinos siguen resistiendo como pueden; no quieren abandonar el barrio, a pesar de que han sufrido episodios de violencia por parte de algunas personas sin hogar que han impedido a las vecinas mayores entrar en su propio portal o que se pelean con los vecinos. También se encuentran los residentes en el barrio con personas que defecan y orinan en la calle o en los portales. Entre otros conflictos, como el «botellón». Todo ello pagando un IBI bastante elevado al tratarse del centro histórico granadino, sin embargo los servicios que reciben a cambio no están a la altura del IBI.
Una vecina comenta a JxG:
«Si yo quiero pintar mi balcón, tengo que pedir un permiso al Ayuntamiento. Y si lo pinto sin permiso, me multan. Y los grafiteros pueden pintar lo que quieran y aquí se quedan sus pintadas porque nadie las quita«.
Otra nos comentaba:
«Tenemos mucha inseguridad». «Vivimos en un sitio privilegiado, podríamos tener un barrio precioso, pero está en malas condiciones». «Solo hay árboles en la calle San Juan de Dios, el resto del barrio no tiene ni una planta. Y los pocos árboles que hay no se podan y se nos meten las ramas por las ventanas, además de que tapan las farolas; nos cambiaron las farolas y las pusieron peor todavía».
El cabeza de lista de JxG, César Girón, indica que algunas de estas circunstancias no son muy distintas a las que pueden encontrarse en otros barrios del centro: la dificultad para vivir allí que tienen los vecinos de toda la vida, que en algunos casos se ven obligados a marcharse. El consistorio debe oírlos, porque hay soluciones para el barrio del Boquerón.
Lo primero es devolver la Policía a los distritos, lo que evitaría numerosos problemas.
Es fundamental, de la misma forma, la distribución equitativa de los centros sociales en Granada. No puede haber esa alta concentración en un barrio.
Por otro lado, hay productos que permiten eliminar las pintadas vandálicas, que debería aplicarse a los edificios del centro histórico.
Otra cuestión es los diferentes pavimentos; hay que igualarlos usando una solería tradicional de nuestra ciudad.
Además, el arbolado debe cuidarse y podarse por expertos, que permitan el mantenimiento y crecimiento sano de los ejemplares existentes y que den sombra y embellezcan la ciudad; sin necesidad de talarlos.
El problema del exceso de señalizaciones y mobiliario que entorpece el paso en las aceras tiene fácil solución, una redistribución inteligente.
La candidatura de JxG lleva en su Programa Marco para las elecciones del 28 M estas propuestas y aspira a ponerlas en práctica desde el Ayuntamiento granadino.
