Cuando aún está vivo el proceso de impugnación del Acuerdo del Gobierno de España que privó a Granada de ser sede física de la Agencia de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA), los mismos representantes públicos que nos metieron en el lio, anuncian ahora la constitución de un grupo de trabajo para conseguir que venga a Granada la Agencia Estatal de Salud Pública (AESAP).
Sin embargo, lo más llamativo de esta nueva iniciativa es que el Ayuntamiento y la UGR que han presentado un recurso contencioso administrativo, tan debilitado como descafeinado, contra el Acuerdo del Gobierno sobre la AESIA, como la Junta de Andalucía que no hizo absolutamente nada para impugnarlo, no fuese que se malograra el pacto sobre la llegada de la Agencia Espacial Española a Sevilla, den ya por “fracasada la aspiración de Granada a ser sede de la Agencia de Inteligencia Artificial”. ¿No han presentado el Ayuntamiento de la ciudad y la Universidad un recurso ante el Tribunal Supremo? ¿A qué juegan? ¿Qué pretende la Junta de Andalucía de Sevilla ahora?
Sendas preguntas tienen fácil respuesta. Sí, pero sin gana de ponerlo como han demostrado. El Ayuntamiento y la Universidad sólo pretenden marear la perdiz para parecer que han hecho algo en relación con la primera de las agencias en liza. Y la Junta de Andalucía, pretende, con la cooperación necesaria de las otras dos administraciones, montar un nuevo engaño, otra ficción, para presentarse ante la ciudadanía como que hacen algo por Granada, cuando saben que, si la primera no vino porque estuvo amañado el proceso, la segunda no vendrá nunca, “porque, esa sí que es grande e importante, y Madrid no la va a dejar salir de allí”, como ya se aprestó a aclarar el Gobierno hace unos días. De modo que un nuevo engaño a los ciudadanos de Granada está en ciernes en forma de otro “timo de la agencia”.
Este nuevo fraude lo ha comenzado a montar la Junta de Andalucía, la misma que ha tratado, y trata, de llevarse la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP). No porque tenga cargo de conciencia por su nefando actuar en relación con el asunto de la AESIA, sino para confrontar con el ejecutivo de Sánchez y, de paso, ofrecer una salida a Moreno Bonilla y a Marifrán Carazo, caso de llegar a ser alcaldesa de la ciudad a la que se birló la AESIA, con la justificación de que ahora se trabaja por un nuevo proyecto. Ello también es una reacción a la inclusión de un “salubrista” —como él mismo se ha definido—, Joan Carles March, todo un paracaidista político, en la lista del PSOE, metido para avalar la apuesta de Cuenca por la AESAP. Así las cosas, ¿qué hará Marifrán con el recurso interpuesto por el Ayuntamiento caso de ser elegida para regir la ciudad?
Solo para tranquilizar conciencias se pergeña ahora este nuevo timo a Granada. Mientras, la Sociedad Civil de Granada, da la cara por todos ellos ante el Tribunal Supremo defendiendo las aspiraciones de nuestra ciudad, pronto olvidadas por nuestros representantes. Así nos va…
un nuevo engaño a los ciudadanos de Granada está en ciernes en forma de otro “timo de la agencia”